Clericó
Ingredientes:
- Media litro de agua clericó
- 7 cucharadas de azúcar blanca refinada
- 7 limones
- Medio melón
- 2 peras
- 2 manzanas sin cascara
- 2 duraznos en almíbar
- Media botella de vino tinto de mesa
- Hielo
Preparación:
Pica en cuadritos pequeños toda la fruta.
En una jarra de cristal coloca la fruta picada.
Agrega el agua, el azúcar y el hielo, revuelve.
Luego agrega el vino y vuelve a revolver muy bien hasta que se vea una bebida homogénea.
Historia y algunos datos del Clericó
El clericó es una bebida tradicional que ha sido parte de las celebraciones en diversos países de América Latina, especialmente en Argentina, Paraguay, Uruguay y el sur de Brasil. Su origen exacto es incierto, pero su historia está estrechamente ligada a la herencia cultural y culinaria de estas regiones, influenciada por la colonización europea y las prácticas indígenas.
Históricamente, el clericó se prepara durante las festividades navideñas y de fin de año, cuando las familias se reúnen para celebrar. Su preparación implica una combinación de diversas frutas frescas de temporada, cortadas en trozos pequeños y mezcladas con algún tipo de bebida alcohólica, como vino blanco o sidra. En algunos casos, también se puede agregar jugo de frutas o azúcar para potenciar el sabor.
El clericó refleja la abundancia y diversidad de frutas que se pueden encontrar en América Latina, como manzanas, naranjas, duraznos, plátanos, uvas y ananá (piña). La elección de frutas puede variar según la región y la disponibilidad, lo que hace que cada versión de clericó sea única y especial. Esta versatilidad es una de las razones por las que el clérigo ha perdurado a través del tiempo y sigue siendo popular en las celebraciones contemporáneas.
Además de ser refrescante y delicioso, el clericó es apreciado por su carácter comunitario. La preparación de la bebida a menudo se convierte en una actividad grupal, donde familiares y amigos contribuyen con sus frutas favoritas y comparten historias mientras cortan y mezclan los ingredientes. Este ritual fortalece los lazos sociales y familiares, haciendo del clericó mucho más que una simple bebida; es un símbolo de unidad y celebración.
En resumen, el clericó es una bebida tradicional con profundas raíces culturales en América Latina, celebrada por su frescura, versatilidad y la capacidad de reunir a las personas en torno a un acto de preparación comunitaria. algunos
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